miércoles, 29 de julio de 2009

una pequeña bailarina

me siento una pequeña bailarina,
de pelo recogido y tutú,
en versión newyorkera,
puesto que llevo pantalones con tirantes y zapatillas rojas,
preparada y dispuesta,
nerviosa,
sentada frente al ordenador,
haciendo tiempo.

Digamos que, a veces,
hay días de mierda,
a veces se te escapa el día y descubres que llevas todo el día en casa,
perdiendo el tiempo,
ni siquiera he visto la tele,
sin hacer nada,
o casi nada,
("que no es lo mismo, pero es igual", ya se sabe)
el días se te va,
y es eso,
los días no son lo que parecen,
a veces, qué angustia,
menos mal que existe la posibilidad de que llegue la hora de irse.

Menos mal que a las 20 de la tarde me esperan en danza.
En realidad no, no me espera nadie,
nadie me echaría de menos si no fuera,
pero después del día de hoy,
necesito creer que alguien me espera en algún lugar.

Hay días de mierda.
Me voy con la música a otra parte.

Aquí dejo mi nostalgia, disfrútenla:

1 comentario:

  1. Voy y vuelvo como un péndulo.
    Parece que la nostalgia allá en Montevideo también.
    Lo bueno de esos días es.... que pasan. Siempre pasan.

    Llego de París. Se quedó tal cual lo dejamos. Definitivamente la vida del turista no me gusta. Lo mejor, mi cámara y yo.

    Seguiremos por aquí. Un abrazo para ti. Aunque no sé si llegará..

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